RESTAURANTE TABERNA TRES HERMANOS - Móstoles, Madrid

E A.

Muy buen servicio y calidad de los platos. Destacar la gran selección de vinos que tienen. Hay sitio para aparcar y es mejor llamar para reservar ya que no es muy grande el local. Repetiremos.

Isabel C. P.

La experiencia fue muy grata.

La comida es de diez. Felicito al cocinero desde aquí; el bacalao estaba exquisito, y sé de lo que hablo ya que lo preparo (y lo como) casi todas las semanas.

Nuria fue muy atenta y solícita con nosotros, aunque estaba un poco despistada (le pedimos un vino y tardó bastante en traerlo, por nuestra apreciación, más por despiste que por jaleo).

Ahora, debo decir... Que la comida está por encima del sitio. Es una taberna más bien pequeña: en pleno servicio, las mesas estaban un poco apretujadas. Le falta espacio. Además los precios son un poco caros, y si ya cuentas las bebidas, el licor y los postres... digamos que no es para ir a diario.

sergio A. J.

El calabacín con miel es un imprescindible,los cachopos están riquísimos.

ma

Este restaurante me ha encantado y no me lo esperaba tan bueno. El servicio ha sido muy rápido y bueno, te traen tan rápido la comida que no te da tiempo a comerte el plato que tenías en la mesa, además, la camarera nos ha hecho una foto, un gesto de agradecer. La comida estaba riquísima y los platos son muy grandes. No tengo nada malo que reseñar. Volvería a venir, además está cerca de donde vivo.

pindado64

Le doy sólo una estrella a la comida, por que pedí en el menú los caracoles (plato estrella del local) de primer plato y la ración muy escasa (pasaría por una tapa), con más de la mitad de los caracoles vacíos y el acompañamiento (chorizo o jamón) no existía. De segundo pedí cachopo de pollo, qué hay que reconocer estaba recién hecho "pero" muy sabroso de más y de postre arroz con leche (muy normalito) escaso, sin canela y poco agraciado con el azúcar. Cabe destacar el vino "Ribera de Duero", que para un menú de 14 euros, está muy bien.

Elena

Diría q el mejor restaurante de la zona. Bien de precio y gran producto. El personal muy amable, aceptamos sus recomendaciones y toso un acierto.
Antes de entrar a comer nos tomamos algo y te ponen una tapa enorme (revolconas). Las raciones muy grandes y muy ricas.
Los postres todos caseros, el arroz con leche: delicioso!
Los baños están limpios con jabón y papel abundante.
Se aparca bien por la zona.
Siempre está lleno, recomiendo reservar con antelación.

Sin duda, volveré.

LA N. V.

Vinimos por primera vez y nos ha encantado, muy serviciales y cariñosos, sobre todo la camarera Nuria que en todo momento estuvo pendiente de nosotros. El aperitivo de huevo frito con patatas estaba muy rico pero algo salado y la s calamares un poco sosos y un poco caros (15€). Comida para tres con raciones y bebidas, casi 70€.

Jiahao J. Z.

No es la primera vez que voy a comer al restaurante y la comida está muy rica, sin embargo la calidad del servicio de hoy ha sido pésima.

Reservé y hemos ido a comer 5 personas hoy, y nos atendió una camarera rubia, tras facilitarnos la carta al rato vino a preguntarnos si teníamos ya claro la comida y pedimos un momento (hasta ahí bien). Se fue y volvió al cabo de un par de minutos para preguntar si lo teníamos ya, y al pedirle unos minutos más, se quedó pegada a la mesa, y al insistirle en que necesitábamos un momento para hablar entre nosotros nos dijo, “no, si yo tengo todo el día” y se quedó pegada a la mesa mirando, fue bastante agobiante.

Más adelante, a la hora de traer las bebidas (que lo hizo un camarero muy majo y fue muy rápido), trajo una botella de agua de más, y se lo comentamos, fue a retirarlo y le interceptó la camarera rubia diciendo les incluye en el menú, eso ya nos mosqueó porque insistimos en que esa bebida sobraba, pero pensamos bueno, si viene en el menú pues ya está.

Cuando nos trajeron la cuenta, efectivamente, esa botella de agua se cobró… No es por el precio de la botella, pero si un cliente te pide retirar una bebida porque se trajo de más, lo lógico no es devolverla a la mesa, sobre todo cuando no está abierta.

Me ha parecido una lástima porque el otro camarero hizo un perfecto trabajo y la comida estaba muy buena, pero por otro lado, la camarera rubia nos hizo sentirnos agobiados, presionados e incómodos cuando venimos a relajarnos y comer en familia.