Farmacia Arturo Soria Oui Pharmacie - Madrid, Madrid

C S.

Increíblemente caros. Me han cobrado casi 25 euros por una loción antipiojos que se vende online por 14,50. Me ha parecido tan increíble que, como además ni siquiera me habían dado el ticket de compra, he vuelto para comprobar si era un error. Me han dado el ticket y han confirmado el precio, diciendo además que a ellos les cuesta 18. Dudo mucho que ese sea el precio de mayorista, pero incluso siendo cierto, serían 7 euros de sobreprecio (ya les vale…).

Carmen S. P.

Una farmacia estupenda con muy buenos trabajadores. La chica rubia que me atendió fue un encanto, un trato excelente que te invita a volver.

Miriam G.

La gerente de la farmacia es una persona muy maleducada y que falta al respeto a los clientes sin pudor alguno, a lo que hay que sumar su desconocimiento absoluto de productos básicos. Añadir que la forma en que gestiona a su equipo es lamentable, desacreditándolas sin motivo alguno dado que tienen más conocimientos y empatía con los clientes que ella. Mal sitio para trabajar y para comprar.

Cristian B.

Una de las peores, ofrecen lo mas caro y en mayor cantidad, se dedican solo vender y no miran nada, no recomendaciones, nada, puro negocio, 0 empatia, 0 confianza por ser proxima al hospital
No recomendable, estuve 2 veces y me han recomendado cosas innecesarias

Alejandra H.

Qué chicos más majos, entendidos e interesados los que me han atendido la tarde hoy. Excelente, lo recomiendo.

JC G.

Oftalmólogo de urgencia en Hospital cercano prescribe (entre otras cosas) para orzuelo aplicar calor con toallitas oftálmicas y lagrimas artificiales.
La persona que nos atiende en la farmacia nos recomienda unas toallitas para higiene de parpados que en teoría se podían calentar en agua pero no he sido capaz de conseguirlo.
Precio excesivo:
Toallitas higiene de parpados Nesira : 14.95€
Gotas oftálmicas Systane Complete 10 ml: 19.95€
En varias web se pueden encontrar por alrededor de 5 y 12 € respectivamente.

Manoli S.

Atención al cliente lamentable. Compré un medicamento aportando el informe médico de urgencias y me dijeron que no habría ningún problema para devolverme el dinero si posteriormente les llevaba la receta. Cuando acudí con ella, se negaron a devolverme el dinero argumentando que la letra del doctor no era legible (aparecía su nombre y apellidos, así como su número de colegiado, pero aun así se negaron a admitirla) y que, en su defecto, debía tener un sello. Como el centro médico se encuentra más o menos próximo a la zona, me acerqué hasta allí para que me hicieran una receta nueva con sello.

Regresé a la farmacia, y para mi sorpresa, esta vez argumentaron un nuevo problema en la descripción del medicamento. A consecuencia de ello, tuve que volver al servicio de urgencias del centro médico (por la hora que era, las consultas habían terminado) y pedirles el favor de que modificaran la descripción del medicamento, tal como nos lo pedían en la farmacia. Al regresar a Oui pharmacie, los dependientes me dijeron que esta vez lo que faltaba era la cantidad de comprimidos en la descripción (esta nueva excusa, como las anteriores, se la facilitó su jefa por teléfono; se apartaron un par de metros para llamarla y debieron pensar, inexplicablemente, que eso bastaba para que no oyéramos las risitas de ambos dependientes porque, al parecer, encontraban divertido el hecho de obligar a un cliente a desplazarse una y otra vez hasta el centro médico para modificar las recetas por motivos variopintos en cada ocasión, a fin de no realizar la devolución del dinero).

Ante esto, avisamos que denunciaríamos la situación y una vez más, regresamos a la consulta del médico. Al regresar a la farmacia, tuvieron la desfachatez de inventar una nueva excusa sin el menor asomo de vergüenza (al parecer esta vez los médicos – a los que tuvieron la poca vergüenza de responsabilizar de la situación - habían olvidado escribir que la caja era de 42 comprimidos y únicamente pusieron “comprimidos”). Se generó una nueva discusión en la farmacia y, nuevamente en el servicio de urgencias, nos indiciaron que la situación era denunciable, ya que las reiteradas idas y venidas para modificar las recetas eran, claramente, una forma de intentar disuadirnos para que no reclamásemos la devolución del coste del medicamento.

Está claro que la política de la farmacia consiste en no realizar ninguna devolución, atribuyendo la responsabilidad al cliente o a los médicos que, con toda la paciencia del mundo, se han atenido a realizar diferentes recetas para ajustarse a los cambios sugeridos por inventiva y la picaresca de la jefa de la farmacia. Acudimos a la farmacia sobre las 20.30h de la tarde y no conseguimos la devolución hasta la hora del cierre, a las 23h. Y eso sin contar con que, cuando compré el medicamento, me vendieron la caja de 42 comprimidos (el doble de lo que necesitaba) sin informarme de que había un formato de menor cantidad, que se ajustaba mejor al tratamiento que necesitaba; pero claro, la venta del envase mayor les suponía más beneficio, teniendo en cuenta que además no tenían intención alguna de realizar la devolución posterior del coste. Un verdadero engaño.

Espero que mi reseña pueda alertar a otros posibles clientes para que no tengan que sufrir las consecuencias de la mala praxis del personal de la farmacia ni su total falta de educación, vergüenza y profesionalidad; desde luego yo no volveré a comprar en este lugar.

Clairet R.

Es amplia y esta abierta 365 días al año. Los chicos son muy amables.